El mejor momento personal, frente cualquier situación, nos transporta a la cima de las latentes capacidades. Es cuando damos lo mejor de nosotros mismos y nos embarga la placentera satisfacción de haber llegado al cenit de nuestra máxima expresión. Entonces, se manifiestan las mejores proposiciones dentro del acotado espacio que ocupan las competencias personales. La determinada situación proyecta su pletórica integridad. Es la culminación de algo que se ha alcanzado para que pueda ser disfrutado en toda su abundancia.
La plenitud es como una urna donde se guardan celosamente los componentes indispensables del potencial humano.
La plenitud es como una urna donde se guardan celosamente los componentes indispensables del potencial humano.
El Argonauta Enmascarado.
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