Liberando pasiones vamos purgando nuestro ánimo, viciado por los avatares que la existencia va recluyendo en nuestro interior. Dejando un poso que, poco a poco, va saturando ese depósito que necesitamos vaciar, para poder seguir avanzando sin el lastre de los prejuicios y quebrantos propios de toda experiencia vital.
Es necesario recargar, de nueva vitalidad, nuestro activismo. Así, seguramente es como mejor podremos aprender y asimilar todo lo positivo que la práctica nos proporciona. Despojándonos, de vez en cuando, de esa sobrecarga inútil, capaz de no dejar supurar el flujo de optimismo, imprescindible para acometer resoluciones y experiencias.
Experimentar ciertas catarsis nos rejuvenecen física y espiritualmente.
Es necesario recargar, de nueva vitalidad, nuestro activismo. Así, seguramente es como mejor podremos aprender y asimilar todo lo positivo que la práctica nos proporciona. Despojándonos, de vez en cuando, de esa sobrecarga inútil, capaz de no dejar supurar el flujo de optimismo, imprescindible para acometer resoluciones y experiencias.
Experimentar ciertas catarsis nos rejuvenecen física y espiritualmente.
El Argonauta Enmascarado.
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