Parece que, para determinadas personas, solamente tiene sentido y valor todo aquello que llena de satisfacción el deseo o de lo contrario es considerado inadmisible. En los tiempos que vivimos este tipo de pensamientos están llenos de un agrio y maloliente desfase que inunda de crispación y enfrentamiento el anhelo mayoritario de una convivencia pacifica.
Es inevitable pensar, pues, que para estas personas “todo vale” o “el fin justifica los medios” si con ello consiguen sus objetivos. Y esos objetivos no dan la impresión de estar muy en consonancia con los esenciales principios de la vida democrática.
No debe existir ningún desacuerdo que sea capaz de vulnerar principios tan imprescindibles como la libertad de expresión y la independencia creativa.
Nuestra sociedad, por suerte, no esta decidida, ni preparada para vetar nada que provenga del pluralismo y la tolerancia.
Es inevitable pensar, pues, que para estas personas “todo vale” o “el fin justifica los medios” si con ello consiguen sus objetivos. Y esos objetivos no dan la impresión de estar muy en consonancia con los esenciales principios de la vida democrática.
No debe existir ningún desacuerdo que sea capaz de vulnerar principios tan imprescindibles como la libertad de expresión y la independencia creativa.
Nuestra sociedad, por suerte, no esta decidida, ni preparada para vetar nada que provenga del pluralismo y la tolerancia.
Por el contrario, si que se enorgullece de acoger todo pensamiento, idea,… que pueda defenderse o criticarse con los argumentos de la palabra y el diálogo.
Boicotear un medio de comunicación social (sea el que sea) es una forma de jugar sucio con la democracia.
Boicotear un medio de comunicación social (sea el que sea) es una forma de jugar sucio con la democracia.
El Argonauta Enmascarado.
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