Cuando no logramos hacernos entender, podemos llegar a sentir el gusto amargo de la impotencia. Convertir en agua y aceite los pilares que sustentan los argumentos de dos personas, frente a frente, incapacita la disolución argumental bajo un constante desgaste emocional que no lleva a ningún resultado favorable.
Fluyen las tensiones, llenando de fuego abrasador las palabras, y fuerzan, en contra de las voluntades, comunicados cargados de tensa ansiedad hacia el receptor.
Las razones nunca son absolutas, en mayor o menor grado, las razones se comparten.
Fluyen las tensiones, llenando de fuego abrasador las palabras, y fuerzan, en contra de las voluntades, comunicados cargados de tensa ansiedad hacia el receptor.
Las razones nunca son absolutas, en mayor o menor grado, las razones se comparten.
El Argonauta Enmascarado.
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