La arcaica fuerza de tus dictámenes engrandece tu poder y las sentencias de tus impresiones. Eres la última instancia para constatar las realidades, las existencias, las verdades. Para encauzar el conocimiento, que nunca llegamos a entender plenamente, ni siquiera tocándolo.
Tu placer invade nuestro campo personal y nos haces amar el agrado de tu presencia.
Tu plenitud es proximidad y nos enseña la delicadeza. Nos argumentas la capacidad de percibir desde la pasividad y posibilitas la experiencia de hacer sentir desde la actividad.
Tu placer invade nuestro campo personal y nos haces amar el agrado de tu presencia.
Tu plenitud es proximidad y nos enseña la delicadeza. Nos argumentas la capacidad de percibir desde la pasividad y posibilitas la experiencia de hacer sentir desde la actividad.
La brisa de una caricia es la sigilosa forma de trasmitir ternura.
El Argonauta Enmascarado.
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