Mirando el horizonte de nuestros actos desde la perspectiva del bien, estamos llenando de coherencia la defensa de nuestra rectitud de comportamiento. Es necesario trasmitir y recibir aliento y entusiasmo y valernos del mutuo compromiso de la amistad, para así contribuir decididamente a la mejora de las relaciones humanas y, seguramente también, ayudar a erradicar ese excesivo aprecio personalista, característico de la sociedad que nos ha tocado vivir.
Hay que darse sin temor a ser defraudados. Desinteresadamente, sin pedir nada que no se obtenga desde los argumentos procedentes de la inclinación natural hacia el bien.
Es más fácil lograr la integridad personal desde los postulados de la bondad.
Hay que darse sin temor a ser defraudados. Desinteresadamente, sin pedir nada que no se obtenga desde los argumentos procedentes de la inclinación natural hacia el bien.
Es más fácil lograr la integridad personal desde los postulados de la bondad.
El Argonauta Enmascarado.
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