Observo actitudes frente a situaciones singulares que vienen definidas por la escala de valores de sus actores. Las personas, por lo general, intentamos ser consecuentes con nuestros ideales. Si las cualidades personales están impregnadas por todo aquello que nos conduce a mejorar, perfeccionar, a crecer como personas, entonces, seguramente nuestro comportamiento se moverá en esa dirección.
Los valores personales suscitan posicionamientos frente a la resolución problemática de hechos y situaciones.
No es más libre, tolerante, solidario, justo, bondadoso, respetuoso, responsable, trabajador, pacifista, sincero, … el que llena su discurso con hueca palabrería ensalzando sus cualidades personales. Lo es, seguramente, el que menos enuncia sus virtudes y, simplemente, demuestra sus ideales con su actitud y su manera de actuar en el complicado mundo de las relaciones humanas.
Autor: El Argonauta Enmascarado.
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